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Hablar en público causa terror a mucha gente. Algunos le temen a esa posibilidad incluso más que a la muerte, aunque esto se puede deber a que la perspectiva de morir suele percibirse como algo más lejano.
Hablar en público causa terror a mucha gente. Algunos le temen a esa posibilidad incluso más que a la muerte, aunque esto se puede deber a que la perspectiva de morir suele percibirse como algo más lejano.
Y Jeannette Nelson, directora de voz en el Teatro Nacional de
Inglaterra y autora de un libro con ejercicios para potenciar la voz, dice que
a las personas con las que trabaja, que no son actores, les da miedo incluso
ensayar.
“Tu voz es increíblemente personal. Lleva tu historia, y una
vez que empiezas a prestarle atención, la gente se pone a la defensiva y se
cohíbe”, dice.
Pero independientemente de cuán reacia sea la gente, en cada
vez más trabajos se requiere hablar en público, ya sea presentando los
resultados de un proyecto particular, hablando en una reunión o dando un
discurso sobre un área que se te da especialmente bien.
Y para aquellos en la cima de las empresas es esencial,
aunque, a pesar de ello, con frecuencia hay poca preparación formal.
El coach de directivos Steve Tappin, quien trabaja con muchos
CEOs (directores ejecutivos) de todo el mundo, les dice que es importante
inviertan tiempo y dinero en mejorar la forma en que hablan en público.
“Los ejecutivos sabios saben que una buena preparación no
solo les puede ayudar a tener más confianza como oradores, sino también a ser
más auténticos, y saben que esto es muy importante en una época en la que
generar confianza es más importante que nunca”, dice.
Consejos
Jeannette Nelson, directora de voz en el Teatro Nacional,
sugiere lo siguiente:
Toma conciencia de tu cuerpo: el ángulo de tu cabeza; dónde
pones las manos, de forma que transmitas a la audiencia cuán cómodo te sientes.
Para asegurarse de que estás relajado antes de hablar, haz este
ejercicio varias veces: levanta tus hombros al nivel de las orejas y luego
déjalos caer.
Para evitar el error frecuente de empezar muy alto y luego
gradualmente hacerse inaudible, imagina que estás respirando desde el final de
la habitación en las que estás hablando y luego expulsando el aire de vuelta a
esa zona. De esta manera te aseguras de que miras toda la habitación, no solo a
la primera fila, y proyectas tu voz hasta el final de la habitación.
Grábate. Practica frente al espejo o de un buen amigo para
ver qué aspecto tienes y cómo suenas cuando hablas.
Andrew Penn, ejecutivo jefe del gigante de telecomunicaciones
australiano Telstra, ha hecho exactamente eso.
Penn, quien dejó la secundaria y no fue a la universidad,
llegó hasta la cima estudiando cuando salía de su trabajo.
Dice que desde entonces ha seguido dando mucha importancia a
su desarrollo personal, incluidas las cualidades de comunicación.
En los primeros 12 años de su vida laboral pasó cada tarde y
fin de semana estudiando; primero la secundaria, luego para obtener un diploma
en negocios, luego para entrenarse como contador y finalmente haciendo un
máster en negocios (MBA).
¿Estás saboteando tu propia carrera?
“La comunicación es probablemente la cualidad más importante
del director ejecutivo en el mundo moderno”, dice.
Penn cree que todos los jefes deberían pasar tiempo para
mejorar estas habilidades.
Sé tú mismo
Hacerlo bien es fundamental para tener éxito.“Una de las
cosas que quieres conseguir como CEO es un posicionamiento común con distintos
agentes, con tu equipo en términos de la visión y qué quieres conseguir, y con
los accionistas para que se sumen contigo al viaje”, dice Penn.
“Así que si no puedes comunicarte efectivamente como CEO en
términos muy simples sobre tu visión, tu estrategia, lo que quieres conseguir,
entonces es muy difícil lograr ese posicionamiento”, agrega.
Sin embargo, el fundador del Grupo Virgin, Richard Branson,
quien habla con regularidad ante mucha gente, avisa que es importante no
hacerse demasiado refinado.
“La gente quiere personas reales, no oradores delicados bien
entrenados en hablar en público”, dice.
Si sus hijos tienen que dar algún discurso alguna vez, les
dice que sean ellos mismos y que hablen de la misma manera a la audiencia como
si estuvieran sentados en una sala de estar charlando con un amigo.
Nelson dice que sentirse cómodo hablando en público tiene que
ver con estar cómodo contigo mismo, algo que se va a percibir cuando subas al
escenario, haciendo más fácil que ordenes tus pensamientos y que parezcas
auténtico.
Pero al final, es lo de siempre: la práctica es lo que
realmente cuenta.
“La gente quiere una varita mágica. Hago eso y todo cambia”,
dice Nelson.
Pero “tienes que practicar el trabajo técnico con la voz, practicar
aprendiendo a conocer tu cuerpo y practicar la comunicación también”.
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