-- "¿Qué se
necesita para hacer una buena entrevista?" -- "Pasión, dolor, paz,
amor y... comprensión."
En la rutina
periodística, la entrevista está entre las actividades más esenciales. Es el
alma del periodismo: puede explotar o detonar un tema, dar vida a narrativas y
facilitar la comprensión de acontecimientos complejos. Aún así, la mayoría de
los reporteros perfecciona esta habilidad a base de prueba y error. Y, a veces,
el error se publica con terribles desaciertos para el editor.
A pesar de no ser
una ciencia exacta, dominar algunas técnicas puede facilitar el camino del
periodista que quiera convertirse en un entrevistador que arranca buenas
respuestas hasta de las fuentes más evasivas. Conozca algunas de ellas en esta
guía preparada por el Centro Knight con vínculos y consejos de profesionales
expertos en el asunto.
1. Defina sus
objetivos
Antes que nada es
necesario saber qué quiere lograr de la entrevista: ¿declaraciones,
confirmación, contexto, reconstruir una escena? Este es el primer paso para
trazar la estrategia que será utilizada.
La profesora en
Periodismo de la Cátedra Knight de la Universidad de Missouri Jacqui
Banaszynski aconseja a los periodistas responderse las siguientes preguntas antes de
encender su grabadora: ¿Por qué está usted preparando este reportaje? ¿Qué
es lo que usted necesita saber (y cómo va a conseguirlo)? ¿Qué quiere saber (y
cómo va a conseguirlo)? ¿Cuál es su propósito o enfoque inicial? ¿Cuáles son
los desafíos logísticos/periodisticos/éticos/morales involucrados?
2. Prepárese
Una buena
entrevista comienza mucho antes del contacto con el entrevistado. Como Jon
Talton, columnista del Seattle Times, escribió para el Centro Reynolds, conocer muy bien a la fuente y el tema que será tratado es la
tarea. Hacer una lista de preguntas previas no garantiza el éxito de la
entrevista, pero investigar y estar completamente enterado de lo que será
debatido y de la persona con quien se debatirá puede rendir buenos frutos.
Un buen ejemplo de
eso lo proporciona el columnista de Poynter, Chip Scanlan: "AJ Liebling,
una escritora famosa de The New Yorker, consiguió una entrevista con un jockey
conocido por ser evasivo con la prensa, Willie Shoemaker. Ella inició con una
sola pregunta: ¿Por qué usted monta con un estribo más largo que el otro? Impresionado por el conocimento de Liebling, Shoemaker habló".
3. Sepa cómo
preguntar
Así como Liebling,
los periodistas frecuentemente se enfrentan con entrevistados que no están tan
dispuestos a hablar todo lo que uno desearía. Saber preguntar, en estos casos,
hace toda la diferencia. Según las lecciones del periodista de investigación
canadiense John Sawatsky, una autoridad en el arte de la entrevista, escribió
para American
Journalism Review y para Poynter que:
Evite preguntas
cuyas respuestas puedan ser apenas "sí" o "no" (a no ser
que quiera confirmar alguna información exacta), y mejor use las del tipo
"cómo", "por qué" y "qué".
Mantenga las
preguntas cortas y enfocadas en un solo asunto (uno a la vez).
Evite hipérbolas o
palabras complicadas.
Mantenga su opinión
fuera de las preguntas.
No intente
argumentar con la fuente para convencerla de su versión; en lugar de ello,
pídale comentar sobre alguna información que usted sepa que es verdadera.
Siempre cuestione:
¿cómo sabe usted eso?
Pregunte sobre
temas sensibles sin sonar "combativo".
Pida ejemplos y
descripciones, eso ayuda a la fuente a recordar y articular sus respuestas.
4. Conduzca una
conversación
La ganadora del
Pulitzer Isabel Wilkerson considera las entrevistas "conversaciones guiadas" en las cuales
la dinámica de la relación es más importante que cualquier cuestión individual.
"En las escuelas de periodismo, nadie describe las interacciones entre
periodistas y fuentes como una relación, pero eso es lo que son", dice.
Aprenda a hacer
anotaciones sin mirar tanto a su cuaderno. Es fundamental mantener una
interacción visual y corporal con un entrevistado. Demostrar empatía hace que
la fuente sea más abierta, o aumenta las probabilidades de abrirse. "Entrevistar
es la ciencia de ganar la confianza, después ganar la información",
resalta John Brady en "El
arte de la entrevista".
5. Escuche y
controle el ritmo
A veces el
periodista está tan preocupado con seguir con su lista de preguntas que no
percibe los momentos en los que la historia puede tomar un mejor camino. No se
cierre la puerta a recibir información más interesante por apresurarse a pasar
a la siguiente pregunta. Si hay limitaciones de tiempo, concéntrese en el tema
más importante, elija con sabiduría. Si el tiempo no es limitado, explore los
puntos que serán más interesantes durante la entrevista.
6. Haga preguntas a
partir de las respuestas
No deje sus dudas
sin contestar. Preguntas derivadas de las respuestas mal comprendidas dan mucha
tela para cortar. Como enseña Banaszynski, "para cada pregunta, pregunte
otras cinco".
Sea un oyente
interesado y perciba cuando las respuestas lo llevan a otras preguntas sobre el
tema. Conforme explica Sawatsky, cuanto más usted demuestre que está realmente
oyendo, más confianza se establece.
7. Negocie los
términos de antemano
Deje claro el
propósito y el contexto de la entrevista y procure saber en el inicio las
preocupaciones de la fuente. Eso puede evitar que usted sea sorprendido con un
pedido de "off the record" [no publicar la información proporcionada]
después de una entrevista reveladora.
En un interesante artículo sobre el arte de la entrevista para el Columbia
Journalism Review, la periodista Ann Friedman cita a Max Linsky, un
reconocido entrevistador del Longform Podcast, que dice: "Las entrevistas pueden
tener tres actos - sepa donde usted quiere comenzar, donde quiere terminar, y
como quiere llegar ahí. Y explique al entrevistado el plan pues compartir el
guión anticipadamente permite que usted interrumpa o cambie las cosas con más
facilidad; y hace que el entrevistado y el entrevistador se sientan como si
estuvieran en el mismo equipo".
8. Cara a cara,
teléfono, o correo electrónico
La entrevista puede
ser hecha de varias formas: en persona, por teléfono, Skype, e-mail, con o sin
cámeras de video. En Poynter, la periodista Mallary Jean Tenore citó la preferencia de cinco
periodistas con los cuales conversó. La mayoría resalta que la conversación
cara a cara permite que el reportero observe detalles del comportamiento del
entrevistado y de la escena que escapan en conversaciones por teléfono o
correo.
Cuando la distancia
con la fuente no permite el contato personal, use herramientas como Skype. Al
hablar por llamadas online, el uso de webcam tiene la ventaja de permitir que
se vea la expresión corporal del entrevistado.
Es unánime que la
entrevista por e-mail debería ser la última opción. Pero el medio es válido
para agendar la entrevista, hacer preguntas preliminares o verificar informaciones
y enviar dudas posteriores.
Aquellos que optan
por grabar en video deben estar atentos a algunas cuestiones técnicas, como la
captura del audio y los planos que serán usados. Casey Frechette, de Poynter,
aconseja anticipar lo que puede salir mal durante la entrevista en video
para tener siempre una carta bajo la manga. Checar dos veces si las baterias
están cargadas, si el equipo está funcionando bien y si la locación está libre,
por ejemplo, es crucial.
9. Sea experto pero
atrévase a ser ignorante
Asegúrese de que
entendió lo que significan ciertas expresiones y busque analogías. En las
palabras de Ann Friedman, "hágase el tonto", especialmente cuando el asunto es
técnico y complejo. Pida a la fuente que le explique como si estuviera
hablándole a un niño.
10. Sea atento
después de la entrevista
Banaszynski observa
que siempre es bueno anotar teléfonos, e-mails, direcciones, detalles sobre el
local o el entrevistado. Si lo requiere, no dude en contactarlo nuevamente para
enviar sus dudas o incluso agendar una segunda entrevista. Después de la
publicación, siempre es bueno pasar el material a la fuente para estar abierto
a sus comentarios.
Chip Scanlan añade
que la auto-evaluación es una buena forma de mejorar. Al
transcribir las conversaciones grabadas (y grabar es fundamental), observe no
sólo las respuestas, sino también sus preguntas. "¿Usted hace más
preguntas que cierran la conversación en lugar de estimularla? ¿Usted
interrumpe a su interlocutor cuando él está comenzando a soltarse? ¿Usted es un
ser humano interesado y amable o un promotor atormentado?"
Tomado del Blog
PERIODISMO EN LAS AMERICAS