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viernes, 2 de marzo de 2012

Las 5 cualidades más comunes de las personas de éxito


Una de las investigaciones acerca de la inteligencia emocional, llevado a cabo por la Gallup Organization, que lleva más de 80 años estudiando la naturaleza humana y sus comportamientos, se llamó Las causas de éxito. El estudio, en los años 80, incluía a 1.500 personas cuyas vidas y biografías aparecían en las principales publicaciones científicas, artísticas, financieras y sociales de USA. Se les preguntó acerca de cuáles creían que eran las principales cualidades que les habían llevado a ser tan conocidas, respetadas y admiradas. En la muestra había premios Nobel, presidentes de universidades, empresarios millonarios, académicos, escritores, inventores, emprendedores, artistas, deportistas. Después de un exhaustivo estudio concluyeron que eran cinco las cualidades que consideraban como las más importantes para el éxito. Todos los estudios posteriores han dado los mismos resultados:
Sentido común, definido como la habilidad para gestionar los elementos esenciales de cualquier asunto, y no perder el tiempo en asuntos menores. También explicado como la habilidad de aprender de la experiencia y aplicar lo aprendido en futuras experiencias. Se parece mucho a la sabiduría de Aristóteles, que decía que esexperiencia combinada con reflexión. Eres mucho más sabio de lo que eres consciente. De hecho, basado en tu experiencia, serías mucho más efectivo si aplicaras todo lo que has aprendido. O quizás eres de los que no se conceden tiempo para la reflexión.
Pericia. Las personas de más éxito son expertos en lo que hacen y lo saben. Han estudiado, aprendido, practicado y reflexionado hasta ser considerados los mejores en su campo de actuación. Y este sentimiento de ser el mejor es definitivo para la autoestima.
Responsabilidad. Estas personas tienden a cuidarse para poder cuidar a otros. No culpan a otros o se quejan, o ponen excusas  cuando las cosas van mal. La prioridad son ellas mismas. Se ocupan de si mismas como las primeras fuerzas creativas de su propia vida. Se ofrecen voluntarias para las tareas más complejas, se hacen cargo de hacer lo que se tiene que hacer.
Inteligencia. La inteligencia parece ser un requisito indispensable para el éxito en cualquier campo. Ocurre que esa inteligencia necesaria para el triunfo personal no se refiere al CI (coeficiente intelectual). Muchos de los individuos del estudio no tenían estudios superiores, o tenían unos expedientes académicos mediocres. Más exactamente, se está hablando de la inteligencia emocional, cuyas características son:
La capacidad de motivarnos a nosotros mismos,
De perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones,
De controlar los impulsos,
De diferir las gratificaciones,
De regular nuestros propios estados de ánimo,
De evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y
La capacidad de generar empatía y confiar en los demás.
Para explicarlo de otra forma, el término inteligencia se refiere a la capacidad para movernos hacia nuestros objetivos y en nuestro propio beneficio. Cuando hacemos eso estamos actuando con inteligencia, y cuando hacemos lo contrario estamos actuando con estupidez. Y el mundo está lleno de personas que hacen cosas estúpidas, contra sus propios intereses, todo el tiempo. Todo lo que haces, o te acerca a tus metas o te aleja de ellas. No hay acciones neutrales. Todo cuenta.
Orientación al resultado. Esta es la habilidad para conseguir los resultados de los que eres responsable. Las personas objeto del estudio se caracterizan por su capacidad de hacer lo que sea necesario, sea lo que sea. Son personas de acción decisiva. Funcionan haciendo y haciéndolo ahora. No hay dilación, no ha excusas.

Cuatro tazas de café al día ayudarían a cometer menos errores, según estudio

El café y sus efectos, tanto positivos como negativos en el organismo, ha sido objeto de innumerables estudios. El último de ellos parece ser uno de los más completos y precisos, pues reúne y coteja más de una docena de trabajos previos. Uno de los resultados de la mencionada investigación señala que cuatro tazas de café al día hacen que la persona cometa menos errores.

Según informó la página web española ABC, citando la investigación realizada por la Universidad de Barcelona, consumir 400 miligramos de cafeína, es decir cuatro tazas diarias de café, aumenta la velocidad de respuesta, la precisión, ayuda a vencer la somnolencia y a mejorar el rendimiento cognitivo. Además, agregó que su consumo mejora el ánimo subjetivo.

Se resaltan, también, las propiedades antioxidantes de la cafeína, que neutralizan a los radicales libres (átomos libres e inestables que están en nuestro cuerpo), por tanto, actúan contra el envejecimiento, el cáncer de faringe y esófago y la demencia, explica Ana Adán, profesora del Instituto de Investigación en Cerebro, Cognición y Conducta de la universidad.



“En contraposición, Adán advierte de que una dosis superior a 400 miligramos es una ‘cantidad abusiva’ y que, en personas de riesgo, puede provocar taquicardias o insomnio, y empeora el tiempo y la calidad del sueño. Asimismo, su consumo está contraindicado en mujeres embarazadas, que no pueden excederse de los 600 miligramos, ‘ya que aumenta el riesgo de aborto’”, señala la publicación.

Tampoco es recomendable “en personas que padezcan alteraciones cardiovasculares o gastrointestinales, insomnio, insuficiencia hepática o trastornos de ansiedad. Su ingesta tampoco está recomendada en niños menores de 12 años y personas que padezcan insuficiencia renal”.



Finalmente, se menciona que la combinación ideal es café-glucosa, pero se recomienda consumir bajas dosis de glucosa (menos de 25 gramos), en especial en adultos jóvenes ya que el azúcar predispone a desarrollar obesidad y síndrome metabólico.

Una vez producida la ingesta de cafeína, a los 30 y 45 minutos esta sustancia llega a la sangre y se producen las reacciones, que suelen durar entre tres y seis horas